miércoles, 24 de enero de 2007

¿Que de qué?

Vamos allá:

Si seleccionamos la etimológica y castiza frase ¿Qué de qué? y la desglosamos en sus partes fundamentales observamos y nos sorprendemos de la gran y amplia variedad tanto fonética como sintáctica que 3 palabras pueden ofrecer.

Rebuscando en mi extensa biblioteca y hallando asombrosos resultados paso a explicar tal frase:

¿Qué? - Viene del latín QUO, recuérdese “QUO VADIS, CAPULLIN”, grito de guerra que proferían las legiones romanas al despistado que salía disparado de la formación en rombo para tacar a los bárbaros germanos, evidentemente siempre había un pringado que llegaba solo a la línea enemiga, ese era el receptor de la famosa frase. Aunque desgraciadamente nunca era conocedor de que él y solo él era el receptor de la frase.

DE - Curioso vocablo usado en las mismas guerras y por las mismas furzas romanas para detectar a los del mismo bando, sino obsérvese esta otra utilización de “DE” “…Y tu DE quién eres”, magnífica locución adverbial que apoyada por el pronombre TU denotaba desconocimiento del prójimo al ir con atuendos y protecciones semejantes. Esta práctica con el cada vez más usado “traje mimetizado” dejó de pronunciarse.

QUE - Al contrario que su antecesor, obsérvese el acento, este prefacio lingüístico denotaba una actitud desafiante frente a los miembros de la misma legón, QUOM, QUI, QUOS. Este recurso, y como excepción terapéutica, se utilizó durante la primera mitad del siglo VVIXIDXXI en las áreas prolíficamente urbanas para demostrar desagrado o descontento ante la intervención, siempre sangrienta, de los curanderos cuando sanaban o por lo menos lo intentaban, zonas más o menos nobles del paciente. “QUIETO PARAO, QUE DE ESO NO TENGO RECAMBIO” O EN JERGA DE LA ÉPOCA “QUIETO SO CABRÓNIUS QUEM ESUM DUELIS”.

Resumiendo y conjugando estas explicaciones tenemos:

“¿Qué COÑO M’HAS QUERIDO DECIR CON ESO Y QUE COMO ME DUELA TE VAS A ENTERAR?

Más o menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario